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Mostrando entradas de enero, 2018

WILLIAM KENTRIDGE

William Kentridge.  Ha ido a ver a Goya, uno de los pocos artistas que siempre le han interesado. Toda su familia (su mujer, que es reumatóloga; sus tres hijos —para los que cocinó durante toda la infancia mientras ella trabajaba en el hospital— e incluso su padre, un célebre abogado nonagenario, defensor de Nelson Mandela y Desmond Tutu) lo acompañó a recoger el Premio Princesa de Asturias de las Artes. En el Museo Reina Sofía de Madrid, donde la exposición Basta y sobra (hasta el 19 de marzo de 2018) repasa su producción escénica, Kentridge (Johannesburgo, 1955) empieza hablando de otros sudafricanos ilustres: Coetzee (“Ha escrito los mejores libros sobre Sudáfrica”) y Nadine Gordimer (“Fui al colegio con su hijo. Siempre le decía a mi madre que ojalá fuera como la de Hugo, porque siempre estaba en casa. ‘¿A qué se dedica esa señora?’, quiso saber ella, que era abogada. ‘Es mecanógrafa’, contesté. Lo deduje porque estaba todo el día tecleando. Luego se hicieron amigas”).