Yo debo a estos dos libros que su amistad me ha dado, al retorno de un viaje en el que mi vida fue puesta en discusión, el golpe de gracia a un laberinto minucioso en que había terminado por encontrarme, con todas las planillas de las perfectas soluciones en mis manos. ¡Mi talento de planificador se había hallado de pronto con la Muerte! Si semejante experiencia y si la voluntad y el milagro de volver a lo esencial no me salvaban, o hubiera tomado de sus poemas sólo la incomparable superficie. Y sin consentir a lo que ellos afirman, hubiera sentido entusiasmo, e incluso una unanimidad, valerosos y puros, pero en el fondo sólo contemplativos. Pero - y qué difícil es decirlo - ha habido más: el mar negro de los detalles ha desaparecido de pronto de mi corazón, y un sentimiento de afirmación y libertad ( algo así como quien temió siempre caminar por sobre una cuerda sobre el abismo y de pronto ya no teme), de confianza ( esa rama que se separa del sol y del cielo para vivir en el sol y en el cielo es real y yo vivo) ha arruinado la mansión de esa especie de larva en que las urgencias del siglo y mi cansancio me habían convertido.
Siento otra vez la alegría del que surca, del que va, del que no lo sabe todo. Y así puedo leerle. Porque, libre y sencillamente, sé de nuevo, por última vez quizá, que sólo hay esto: la poesía...
Sobre este mundo peligroso, sobre esta tierra que puede romperse, yo no tengo nada que oponer sino la conquista y la pérdida continuas de ese ilimitado, "más allá nupcial que se encuentra en esta vida..." Pero así , yo toco lo incontestable de su voz: no se puede elogiar, ni siquiera mencionar, su poema. Sólo habitarlo en su don el mayor tiempo posible.
Raúl Gustavo Aguirre, 6 de marzo 1962.
Querido amigo:
...
en el centro de la actualidad que es, lamentablemente, la eternidad de nuestro tiempo sobre la tierra. Fealdad que siempre vuelve a empezar: esa actualidad.
¿Ah, Querido Raúl Aguirre, cuán distintos son los hombres: aquellos que la poesía hace sangrar pero alumbra, y aquellos que tienen como único viático los glaciares de la noche y su metamorfosis malvada.
René Char, 22 de setiembre 1962
Correspondencias y poemas, Rene Char y Raúl Gustavo Aguirre.edhasa, 2016.
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