Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de marzo, 2011

CALLEJON SIN SALIDA

Y Yukel dice: “Me ha seguido por las calles de París, y sabía mi historia de memoria. Me ha seguido hasta mi pasado de sombra y de luz, hasta mis pensamientos confusos y hasta mi ausencia de porvenir. Algunas veces ha usurpado mi nombre; pero yo no soy ese hombre; porque ese hombre escribe y el escritor no es nadie“. El callejón –sin salida- habría podido atravesar la ciudad si le hubieran dejado. Un muro le impedía el paso.Y, detrás de ese muro, las elevadas casas a las que el tiempo había enlutado. El callejón se debatía en un rectángulo de piedras como el libro en sus límites de tinta y de papel, bajo su desgastada cubierta. Para un escritor, el descubrimiento de la obra que escribirá tiene algo, a la vez, de milagro de herida; del milagro de la herida. Me parecía haber circulado entre la vida y la muerte muchos siglos-y esa vida y esa muerte eran las de mi raza- para llegar a este lugar naciente. Yo dejaba que las palabras ocuparan su puesto en mi libro y las seguía con el dedo. Av