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Mostrando entradas de noviembre, 2009
Vor seiner Hütte ruhig im Schatten sitz Der Pflüger, dem Genügsamen raucht sein Heerd. Gastfreundlich tönt dem Wanderer im Friedlichen Dorfe die Abendglocke. ... Wohin denn ich? Es leben die Sterblichen Von Lohn und Arbeit; wechselnd in Müh´ und Ruh´ Ist alles freudig, warum schläft denn Nimmer nur mir in der Brust der Stachel? Am Abendhimmel blühet ein Frühling auf; Unzählig blühn die Rosen und ruhig scheint Die goldne Welt; o dorthin nimmt mich, Purpurne Wolken! und möge droben In Licht und Luft zerrinnen mir Lieb´und Laid!- Doch, wie verscheucht von thöriger Bitte, flieht Der Zauber; dunkel wirds und einsam Unter dem Himmel, wie immer, bin ich- ... En paz ante su cabaña, a la sombra se sienta el labrador, humea el hogar del humilde. Acojedora le suena al caminante la campana vespertina en el pueblo apacible. … Y yo, ¿a donde iré yo? Viven los mortales de jornal y trabajo; alternando fatiga y descanso todo es alegría; ¿ por qué, entonces, nunca duerme en mi pecho el aguijón? En el ci
Fueron mis libros escritos, no en la arena o con arena, sino por y para la arena. Libros cuyo destino-la inmóvil aventura- he abrazado, descifrándolos a medida que me identificaba con ellos hasta convertirme en su escritura misma. Milagro que ha sido posible a costa de mi propia disolución. Arenas que, en nombre de la Nada, abolís la Nada, podría yo despojaros de vuestra legítima parte de infinito?
Arena “Soy rehén de una palabra que, a su vez, es rehén del silencio”, decía él. La muerte se encuentra, primero, en la palabra. “Asimismo, la mía no busca allí donde, febriles, otras palabras se agolpan, sino allí donde se retiran con su difunta eternidad”, decía él. No se piensan en la muerte, en el vacío, en la nada, en Nada; sino en sus innombrables metáforas: una forma de soslayar lo impensado. Edmond Jabés
Pero tú avanzas -pasos blandos- hacia la noche que pende grávida de uvas purpúreas, y mueves los brazos más bellamente en el azul. Du aber gehst mit weichen Schritten in die Nacht, Die voll purpurner Trauben hängt Und du regst die Arme schöner im Blau. G.Trakl